Desde hace tiempo quería incorporar al desguace del taller un Ford RS200 defectuoso para tener piezas de repuesto para el del circuito RC.40 de Exin que me regalaron mis padres cuando pequeño.
Su estado no era de siniestro total pero sí que tenía bastantes defectos. En un primer vistazo destacaba una raja pegada con celo en el cristal delantero que lo cruzaba de arriba a abajo. Además, en los cristales de las ventanillas también había roturas en los bordes. Por suerte el trasero solo tenía suciedad.
Las pegatinas estaban bien pero despegadas por los bordes, con una impresión en los pequeños detalles que mejoraba a la del otro RS200 del taller. Los neumáticos estaban lisos y las llantas sucias y descoloridas. Tanto el chasis como la carrocería tenían mucha suciedad, incluso algo pegajoso como restos de pegamento o silicona.
Lo probé en pista y el motor funcionaba (gran noticia) pero no se movía del sitio ni se encendían las luces. Procedí a su apertura y la sorpresa fue mayúscula al ver que habían fijado al chasis con silicona los cojinetes traseros. Sin nada de delicadeza como se ve en las fotos.
Además, el soporte del motor estaba muy abierto y el motor se salía, separando el piñón del eje de las ruedas, por eso no andaba. Una vez colocado provisionalmente comprobé que las correas de transmisión cumplían su función, aunque no se las veía demasiado tensas.
El cristal de las luces tenía marcas como de haberse quemado ligeramente en el interior, y uno de los cables que debían hacer funcionar las luces estaba fuera de servicio retorcido, y ni rastro del otro. Todas estas cosas obviaban un poco la suciedad que tenía el interior.
Tras desmontarlo y limpiarlo entero separé las partes válidas de las que no tenían remedio. En cuanto a lo aprovechable para tenerlo de recambio, los ejes una vez limpios de silicona mostraban un aspecto aceptable que con un cambio de neumáticos quedarían mejor.
Las correas de transmisión parece que aún tienen vida, el motor RX-4 (si nos fijamos en el piñón que es dorado, el otro tendría un RX-2 al ser color negro) y la guía están bien (exceptuando las trencillas), la bandeja del piloto perfecta y el cristal trasero bien.
Por otro lado, en lo no aprovechable pero quizás recuperable, encontramos al chasis con los enganches de motor y cojinetes traseros vencidos y a la carrocería sin espejos con una rotura en el frente.
A fin de cuentas, su incorporación costó 10€, si lo vemos en conjunto teniendo en cuenta el valor de cada pieza se podría decir que ha sido una compra aceptable. La única pieza descartada totalmente ha sido el cristal delantero por su rotura por tres partes. Quitando eso, todo puede tener una segunda oportunidad.
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