Cuando comencé a juntar por fascículos hace muchos años el Tyrrel Ford P34 de la colección Coches Míticos de Altaya vi en la información de la primera entrega que se podía conseguir un maletín en el que guardar los coches. Una forma muy adecuada de almacenaje.
Pero claro, mi economía de estudiante solo me permitió formar el primer coche y no tuve acceso al maletín.