Un nuevo BMW 320 WTCC que llegó a la colección gracias al regalo de Fran, un amigo de hobby slotero. El coche en principio no funcionaba así que uno de los retos era ver qué le podía pasar y hacerlo correr.
En cuanto a estética, el coche como se ve en las fotos había perdido partes sensibles como los espejos y el alerón, aunque lo que se podría llamar "el bloque" estaba en condiciones para seguir disfrutando de él en pista.