Una mañana de 2018 pasé por el mercadillo El Jueves, en Sevilla, y vi este Fiat 124 Abarth al que le tenía muchas ganas desde hacía tiempo y aunque sus condiciones no eran óptimas quería tenerlo. Vamos a ver por qué creo que me precipité.
Noté que al coche en un primer vistazo le faltaban ambos espejos y que el resto parecía estar bien. Algo corto de trencillas pero poco más. Pensé que había sido una compra aceptable, ya que el coste fue de 15€.